Sustentabilidad

Escuela de Riego Automático innova estableciendo el primer Laboratorio de Riego en Chile

Profesor Claudio Rojas enseña Riego Automático con Ahorro de Agua

Instalaciones permiten enseñar en terreno el oficio de instalador de riego automático con ahorro de agua.

 La lluvia lo ha enmascarado en este año, pero lo cierto es que la realidad de la crisis hídrica sigue ahí. Pese al agua caída en gran parte del territorio, nuestro país lidera las cifras de crisis hídrica en América Latina, situación que tiene a Chile con el 53% de sus comunas declaradas en estado de sequía.

Es en este contexto en el que el ahorro de agua resulta fundamental, más en las actividades que involucran la utilización directa de este recurso natural, y con este objetivo es que el año pasado nació la Escuela de Riego Automático con Ahorro de Agua, una iniciativa que hoy en día cuenta con más de un centenar de personas que han tomado alguno de sus cursos, y que este año decidió pasar de las clases online a la presencialidad.

“Nuestro objetivo no era meternos todos en una sala y contar como funciona un sistema de riego, queríamos enseñar con la experiencia, que nuestros estudiantes se ensuciaran las manos, por eso establecimos un Laboratorio de Riego”, señala Claudio Rojas, director de la escuela, acerca de la novedosa iniciativa.

El Laboratorio de Riego se ubica en Batuco, y consiste en una parcela acondicionada especialmente para la enseñanza del oficio de instalador de riego automático. Cuenta con un pozo donde se enseña el funcionamiento de las bombas, cañerías y varios aspersores instalados en superficie, para que quien toma el curso pueda ver cómo funciona un sistema más allá de la teoría.

El lugar está equipado, además, con todas las herramientas con que un instalador se encuentra en un contexto de trabajo real. “La idea es que las clases prácticas se asemejen lo más posible a lo que uno ve día a día en el trabajo”, señala Rojas.

Un sistema de riego automático ayuda a ahorrar hasta un 50% de agua, cifra más que respetable, si se tiene en cuenta que, en Chile, un país agrícola, solo 3 de cada 7 cultivos cuentan con uno de estas implementaciones.

“Nuestra idea es cambiar esa realidad, porque ya no estamos en condiciones para derrochar agua”, cierra Rojas.

 

 

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