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ALIANZA ENTRE UNIVERSIDAD CATÓLICA Y EFECTO EDUCATIVO PERMITIRÁ EL DESARROLLO DE SOLUCIONES EDUCATIVAS BASADAS EN EL JUEGO

Proyecto busca impactar a nivel nacional:

ALIANZA ENTRE UNIVERSIDAD CATÓLICA Y EFECTO EDUCATIVO PERMITIRÁ EL DESARROLLO DE SOLUCIONES EDUCATIVAS BASADAS EN EL JUEGO

  • La alianza tiene una meta clara: motivar a estudiantes mediante diferentes herramientas didácticas, que les permitirán aprender y nivelarse en sus estudios, evitando que los estudiantes caigan en el rezago.

Con el objetivo de conectar las necesidades del sistema educativo con equipos de investigación, nace EduLab UC, el Laboratorio de Innovación en Educación de esta casa de estudios que busca mejorar la calidad de los aprendizajes, a través de diversas propuestas con resultados empíricos, contribuyendo a garantizar una educación de calidad para todas y todos desde el mundo universitario.

Para EduLab UC, este es el segundo año de trabajo con proyectos que buscan unir a empresas e investigadores, buscando iniciativas educativas que tengan alto impacto en la sociedad. Ya han abordado temas como deserción escolar, rezago, desafíos vinculados al Sename, acceso a la tecnología en niños y niñas ciegos, etc., intentando alinearse con el deseo del desarrollo de una educación equitativa que trabaje en las carencias actuales.

Es así como nace una alianza con Efecto Educativo, institución desarrolladora de propuestas basadas en tecnología y material didáctico de alto valor pedagógico, con un claro objetivo a trabajar: que todos los niños y niñas tengan la oportunidad de acceder a la educación.

Diego Caro, jefe del Laboratorio de Investigación en Educación, asegura que “para nosotros como universidad es muy interesante la alianza con Efecto Educativo, porque en Chile hay pocas instituciones que desarrollen cosas para educación. Hay mucho de traer de afuera e implementar o hacer ciertas adaptaciones locales, pero desarrollar productos, en Chile hay muy poco. Por lo tanto, conectarnos con una institución que tiene esa experiencia es muy potente, porque enriquece también a nuestros equipos”.

La idea, es crear una metodología para abordar el rezago en el segundo ciclo de educación básica, principalmente desde un contexto de CERO CONECTIVIDAD. Lo que se va a desarrollar es una propuesta pedagógica dirigida a los objetivos del currículum, para ver cómo abordarlo desde una lógica del juego, que permita ir avanzando para evitar que los niños y niñas se vayan del sistema de educación. Por lo tanto, será un material que va a tener una propuesta de implementación y que también va a presentar un modelo para crear propuestas alternativas para otros contenidos, que puedan ser abordados por los docentes.

Cecilia Ramírez, es académica con más de 25 años de experiencia, doctora en Ciencias de la Educación e investigadora de la UC y se puso a la cabeza de este desafío. “Queremos trabajar más allá de una disciplina en específico y me di cuenta a través de otros proyectos en los que he trabajado que hay que hacerlo de manera transversal. El juego, no es juego solamente, también hay un aprendizaje detrás de él. Lo haremos a través de un juego en donde puedan ir pasando etapas, en donde existan momentos de trabajo individual y otros de forma colectiva, primero vamos a realizar un pequeño diagnóstico para ver cuánto de lo uno y de lo otro debe tener esta propuesta, sin discriminar a nadie a raíz de la falta de conectividad”.

Y es que, efectivamente, dentro de los beneficios de aprender jugando, están la estimulación de la imaginación y la creatividad, el desarrollo de habilidades sociales, que ayudan a una mejor comprensión y concentración, además de fomentar la capacidad de expresar opiniones y defender opiniones.

“Queremos construir en conjunto una solución que permita dar más oportunidades de aprendizaje a los estudiantes. Creemos que un punto clave en la realidad actual es ofrecer alternativas de acceso y desarrollo en espacios de experimentación, de alta participación de los estudiantes y de una forma lúdica. De este proyecto no solo saldrá un producto, sino que también saldrán conocimientos”, expresa Alberto Mora, director académico de Efecto Educativo. Este trabajo, se pondrá en marcha blanca en la escuela rural Roberto Ojeda de Paillaco y en el colegio Sagrados Corazones de Providencia. Dos escenarios completamente diferentes.

Para Diego, en Edulab UC, es fundamental poder saber desde la experiencia de las instituciones que están mucho más en terreno, dónde están los elementos de carencias de desafíos del sistema que permitan proponer desde la innovación y desde la investigación una propuesta alternativa.  “Nosotros comenzamos trabajando con las instituciones que presentan desafíos, lo que hacemos es –no abrimos convocatoria- nosotros acercarnos a aquellos con los que nos interesa trabajar, por el foco con el cual lo hacen, lo que implica un trabajo de investigación de nuestra parte. Así, trabajamos en conjunto primero el desafío, para que sea abordable en el tiempo y con los recursos que contamos y que además coincida con alguna línea de investigación, al menos que haya en la universidad, no asegurando de que vaya a ser el equipo que lo va a abordar, pero al menos asegurando que haya alguien que podría estar interesado. Con eso, nosotros abrimos una convocatoria interna en la universidad para que los equipos puedan postular”.

Si bien es cierto que el juego es una herramienta muy potente para generar aprendizajes profundos y significativos, uno de los problemas es que está disociada la idea de jugar con educar/aprender.  El desafío que existe hoy en nuestro sistema educacional, es desarrollar alternativas que muestren que se generan aprendizajes a través del juego y por lo tanto, que es viable incluir el juego en el currículum escolar. “La propuesta a trabajar junto a Efecto Educativo, tiene la completa facultad de desarrollarse a nivel latinoamericano. La pandemia nos ha demostrado que tenemos escenarios bastante similares y que podemos sacar aprendizajes de la experiencia de otros países y podemos aportar a la experiencia de otros países. Esta iniciativa tiene el potencial de crecer no solamente en Chile, sino en toda la región, con la proyección que también tiene Efecto Educativo. Eso abre mucho más las puertas y las posibilidades, que sin este tipo de alianzas”, detalla Diego.

“De aquí a fin de año tenemos que tener aplicado el piloto y entregar el instrumento para que Efecto Educativo vea cómo lo replica, no solamente en las dos escuelas con las cuales vamos a trabajar” cuenta Cecilia Ramírez, añadiendo que “toda institución que tiene claridad en sus objetivos y que busca aportar en la educación, es importante. Necesitamos más diálogo entre distintas instituciones y la tarea que está realizando Efecto Educativo, es clara, concreta y se está haciendo bien”, finaliza la académica.

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