Opinión

DÍA DEL NIÑO: UNA FECHA PARA REFLEXIONAR

DÍA DEL NIÑO: UNA FECHA PARA REFLEXIONAR

  • Mario Sánchez Bustos, director de la Escuela de Pedagogía en Educación General Básica de la Universidad Católica del Maule sede Curicó.

Como cada año, los primeros días de agosto se celebra el día del niño y la niña, situación que a muchos pequeños entusiasma, y genera expectativas, ya que están a la espera de recibir algún gesto de afecto.

Sin embargo, la raíz de este día, esconde en la historia muchas veces olvidada, las atrocidades que muchos infantes vivieron durante la Primera Guerra Mundial, donde sufrieron la pérdida de padres, hermanos, amigos u otros familiares. Pasaron hambre, tuvieron miedo, se destruyeron sus hogares, barrios o escuelas, y lo que es peor, muchos de ellos perdieron la vida. Sin duda, que esta experiencia terrible, a causa de malas decisiones, errores y horrores de adultos, llevó en el futuro, a considerar la posibilidad de dedicar un día, para los niños y las niñas.

Bíblicamente, sabemos de la narración, da cuenta de interpretaciones equivocadas y desatinos de adultos, que afectan a niños. Es el caso de Mateo 2:2-6, donde Herodes mandó a matar a todos los niños menores de dos años, que estuvieran en Belén y sus alrededores, acto en que fueron víctimas inocentes, de un ser egoísta y ambicioso, que temía perder o compartir su reino.

Hoy vemos con tristeza, como muchos niños y niñas siguen sufriendo, condiciones inhumanas, situación que se vive en muchos países del mundo, donde los más pequeños consumidos por la pobreza, la injusticia social, la guerra o migraciones duras y sacrificadas, sufren las consecuencias. Esto, a pesar de que, en la declaración de Ginebra en 1924, se declararon derechos de los niños, y que posteriormente las Naciones Unidas, recomendó en 1954, se instituyera en los países un día universal del niño.

Actualmente, los padres y adultos, invadidos por un sistema mercantil, que inunda con ofertas de regalos y un llamado a consumir, pueden caer en adquisiciones que promueve el mercado, que por sí solas, carecen de sentido. Quizás, sea pertinente volver nuevamente a la narración bíblica, para enfrentar este día, donde en Lucas 2:7, nos cuenta cómo María en la humildad de un pesebre, entregó la atención y cuidado a su pequeño Jesús.

El llamado para este día del niño, puede estar centrado en el cuidado, el amor y responsabilidad de los adultos, para otorgar la protección ante tantas formas de vulneración, a los que están expuestos nuestros niños, estar atentos para entregar una enseñanza, que procure un adecuado desarrollo personal de sus hijos, y así poder decir con propiedad, ¡feliz día del niño y la niña!

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