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ORIGINARIO: Música electrónica con raíces indígenas

 

Catorce destacados artistas de la escena musical electrónica nacional presentaron un avance del disco ORIGINARIO, una apuesta que recoge sonidos de los pueblos originarios chilenos y los lleva a la música electrónica.

La música electrónica y la de los pueblos originarios parecieran no tener raíces en común, sin embrago, catorce talentosos músicos chilenos están desafiando esa premisa. En un disco compilatorio que lleva por nombre “ORIGINARIO: Pulsos y texturas de nuestra tierra”, y del cual se presentará un avance en la Sala SCD de Plaza Egaña este 10 de mayo, se resume el trabajo que vienen realizando desde hace un año estos artistas, para recoger sonidos de nuestras culturas nativas y reinterpretarlas a la electrónica de autor.

Es así que C+, CO-DEC, SISTEMATA, DISPERSIONES SONORAS, HORROTRONIC, HUMANOIDES, NNTBLST, PINTOI, PROTOTIPO, TACNABEAT, EL ÚLTIMO, POLWOR, SHEEVO y TESTA, todos artistas del sello independiente ORION Network, efectuaron un trabajo de investigación de las doce culturas originarias presentes en el país y reconocidas por la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI), escogiendo cada cual, a una diferente, de manera de mostrar la diversidad existente a lo largo del país.

Patricio González, director del sello nacional ORION Network y coordinador del proyecto, explicó que “esta iniciativa nace de la inquietud de generar un acercamiento con estos sonidos ancestrales, como una manera de integrar dos realidades que normalmente no dialogan mucho: lo ancestral con lo moderno. Creemos que hay una gran riqueza cultural en nuestro país, que puede ser expresada e interpretada a través de distintas manifestaciones artísticas, y la música electrónica es una de ellas”.

Para conocer más del proyecto, visita https://orionrecords.cl/originario-scd/

Las experiencias de los músicos

El destacado cineasta Jorge Olguín se sumó a esta iniciativa a través de su proyecto musical Horrortronic. “Me interesó mucho participar en el proyecto porque nos obligó a sumergirnos e investigar las formas de las expresiones artísticas y musicales de nuestros pueblos originarios. Con el objetivo interpretar o inspirarnos para crear con nuestra propia expresión artística, es decir el proyecto crea un link entre dos expresiones musicales que parecieran muy distantes, pero aquí se funcionan en una nueva creación”, destacó.

El productor chileno, Francisco Pinto, conocido como Tacnabeat, explicó que decidió participar en este proyecto porque “siempre acepto invitaciones donde se exprese la relevancia de nuestros Pueblos Originarios, para de alguna forma agradecer el legado dejado en nuestra cultura. De igual manera, espero contribuir con un grano de arena en la difusión y educación al respecto de ellas”.

Por su parte, PINTOI, quien escogió la cultura Aconcagua, señaló que “cuando estaba componiendo este tema, imaginaba los lugares por donde se desplazaron los Aconcagua en los valles del Maipo y Aconcagua, con un espacio sonoro muy diverso. Esta composición electrónica de autor está repleta de simbolismos, que intentan comunicar la herencia, historia y contexto de esta cultura, es por eso que utilicé las vocalizaciones de aves como el Pitio, uno de los cuatro carpinteros que hay en Chile, y en la segunda parte del tema las vocalizaciones del Churrín del norte, otra ave autóctona”.

Una visión similar tiene Octavio Obaid, Nntblst (Nontablist), quien a través de este trabajo espera mostrar “esencialmente que no somos tan diferentes y que, a pesar de todo el avance tecnológico propio de la plástica electrónica, seguimos compartiendo el mismo espíritu ritualista de civilizaciones ancestrales y que pareciera ser que esta necesidad ritual nos sigue uniendo a través del tiempo”.

En el caso de Roberto Fernández (Prototipo), el músico dijo que “siempre me sentí atraído por los pueblos indígenas del Sur de Chile y la Patagonia, y por lo mismo, haber trabajado influido por los Kawesqar fue maravilloso. No solo por la rica geometría de su cultura, sino por su lengua también, con la cual generé texturas de ruido que alimentan el tema por completo. Ese descubrimiento me permitió enriquecer la estructura geométrica estricta del tema sin recurrir a instrumentación popular ni indígena”.

El trío HUMANOIDES se inspiró en la cultura Selknam. “desde el punto de vista musical; es todo un desafío entrar en el mundo de la reinterpretación, por sobretodo, y en el caso nuestro de una cultura extinta y de la cual se tiene casi nulo registro musical. Sobre lo anterior se hace muy motivante poder entregar una lectura contemporánea de una cultura que tenía prácticamente monofonías y la ausencia de instrumentos”.

El dúo magallánico DISPERSIONES SONORAS que trabajó en la cultura Yagan. “Nosotros elegimos trabajar un registro de paisaje sonoros, donde aparecen cantos aves, sonidos ambientes y un pequeño trozo de un canto yagan, nos parecía interesante de cierta forma gráfica en la música el contexto de su territorio con estos elementos.”

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